Acciones empresarias: El compromiso cultural de Salentein

 

Publicado el octubre 18, 2010

Escrito por Mario Gilardoni

Foto autor

killkaEl sábado pasado se inauguró una muestra que reúne a tres artistas de distintas provincias -Mariano Cornejo, de Salta; Víctor Quiroga, de Tucumán, y Emiliano Dalmau, de Mendoza- en un lugar donde como en ningún otro del país se asocian el arte y el vino: Killka, el espacio de exhibición que Salentein abrió, ya hace años, junto a su bodega en el Valle de Uco, a pocos kilómetros de Tupungato.
La bodega, cuyos propietarios son holandeses, se estableció allí a fines de los 90, con la idea de desarrollar no sólo un proyecto agroindustrial, sino un emprendimiento que tuviera fuertes raíces culturales y que sirviera para el desarrollo de una iniciativa más amplia, con alcance para la región y la gente que vive allí.
Así surgió la idea de construir Killka, un centro cultural, artístico y gastronómico que incluye salas de arte, un restaurante y un auditorio. Un conjunto de arquitectura imponente, y volúmenes macizos de hormigón, con la vista de la cordillera detrás.
logo killkaCon la curaduría general de Sara García Uriburu, las salas, además de exposiciones temporarias como la que se inauguró el sábado, exhiben una colección de arte argentino de la segunda mitad del siglo XX, que incluye obras de Rómulo Macció, Antonio Seguí,
Josefina Robirosa, Carlos Alonso, Nicolás García Uriburu, Juan Lecuona, Eduardo Hoffmann, Marcelo Torreta y Rogelio Polesello. Y el parque que las rodea, grandes esculturas de Marta Minujín, Jorge Gamarra, Nora Correas, Pájaro Gómez y Bastón Díaz.
El conjunto es uno de los más notables a los que puede acceder libremente el público argentino y sirve además para difundir en exterior el talento de los artistas del país, ya que el lugar es permanentemente visitado por turistas de todo el mundo.