Comercialmente Damien Hirst no se priva de nada

Son pocas las opiniones que destaquen las virtudes plásticas de Damien Hirst por encima de sus grandes condiciones en materia de marketing y habilidad comercial.
Ya no son las calaveras recubiertas en brillantes valuadas en millones de dólares, las vitrinas de farmacia o la taxidermia a gran escala, ahora se trata de negocios más pedestres como son las patinetas de su autoría.
Este no es un negocio nuevo, ya que desde hace años viene incursionando en esta actividad. Desde la firma de estas tablas con ruedas -en la galería Gagosian de Madison, en NY- hasta la comercialización en subastas y particularmente en los locales de Supreme, empresa especializada entre otros productos en artículos vinculados con el skate, en Manhattan.
La vuelta de tuerca en el negocio es ahora comercializarlas directamente en su propio local, Other Criteria en Hinde Street de Londres, dedicado a la comercialización de ediciones limitadas o múltiples. De esta forma capitaliza la promoción realizada por Supreme en la comercialización de estos conjuntos de tablas, con las firmas de Jeff Koons (no podía ser de otra manera), Richard Prince y Christopher Wool, además del propio Hirst.
La diferencia en los productos no existe. Lo que si varía es la recaudación del artista que no debe ser compartida con nadie. Un ejemplo de precios pasa por: una edición de 40 tablas firmadas por Hirst y un dibujo original, 2.000 dólares.
Ya se ha creado un mercado secundario para tablas de Skate, que seguramente no es capitalizado por los que circulan por las calles con esos veloces vehículos.