Comprar arte en pantuflas por millones
Publicado el enero 17, 2011
Escrito por Mario Gilardoni

La próxima semana tendrá lugar en Internet algo que pocos creían posible: las mejores galerías del mundo ofrecerán y venderán obras de millones de dólares en una feria exclusivamente virtual. Coleccionistas de Nueva York, Shangai, Caracas, Moscú, Amsterdam o Estambul, algunos en pijama, recorrerán los pasillos imaginarios de Vip Art Fair, que abre el 22 y cierra el 30 de enero, buscando adquirir con un clic una obra de Jackson Pollock, Louise Bourgeois, Francis Bacon o Damien Hirst que sólo habrán visto en las pantallas de sus computadoras.
Y entre las 140 galerías de unos 30 países -como David Zwirner, Larry Gagosian y Pace Gallery- que expondrán obras para la venta hay una argentina: Ruth Benzacar.
La feria virtual usará alta tecnología para difundir las obras con precisión y en diversos formatos, acompañadas de la correspondiente documentación sobre su autor y su cotización.
A través del chat o por Skype, los compradores y coleccionistas podrán entablar conversaciones directas con las galerías, que tendrán también la posibilidad de ofrecer acceso a sus colecciones e interactuar con clientes en «salas privadas».
El acceso a la feria como visitante es gratuito, pero para participar interactivamente y negociar con los galeristas, hay que comprar una tarjeta de ingreso por 100 dólares.
Una de las razones que han atraído a las galerías a VIP Art Fair es sin duda la comparación de costos con ferias reales de calidad similar y capaces de convocar a los mismos compradores y sumar otros nuevos de igual capacidad adquisitiva. En Art Basel Miami Beach, por ejemplo, el alquiler de un stand va desde $US 10.500 hasta $US 65.000. En VIP Art Fair las galerías participantes han pagado entre 5.000 y 20.000 dólares por sus stands virtuales. La galería Bruno Bischofberger, de Zurcich, seguramente considerará que ese precio es una ganga si se cumple su expectativa de vender en Vip Art Fair la obra de Jean-Michel Basquiat que se reproduce aquí, «Early Moses», de 1983, en màs de 5 millones de dólares.