Discusión con rinocerontes

 

Publicado el febrero 14, 2011

Escrito por Mario Gilardoni

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rinodureroLas controversias sobre el concepto de obra de arte que se producen frecuentemente involucran a investigadores, expertos, críticos pero también a quienes deben legislar sobre la materia.
En esta oportunidad le tocó el turno a los rinocerontes, esos paquidermos que pueden llegar a pesar hasta 5 toneladas y que debido a su aspecto y al volumen de su cuerpo suelen parecer temibles. Es sabido que sólo se alimentan de vegetales, pero eso sí, son feroces si se los irrita.
Pero lo que interesa en el mundo del arte son sus cuernos, ya que desde hace siglos constituyen un trofeo apreciado por los cazadores y los coleccionistas de esta especie animal oriunda de Asia y Africa. Y la aparición de estas ornamentas en los mercados de arte está desatando la polémica debido a que -tanto las organizaciones defensoras de las especies en extinción así como la Unión Europea- tienen en su agenda decidir a partir del 22 de marzo, si los cuernos de los rinocerontes deben ser excluídos de los controles de venta siempre y cuando hayan sido adquiridos antes de 1947 y sean considerados objetos de arte.
El valor de estas piezas exóticas y la puja económica que desatan no han hecho mella en la avidez por adquirirlas y el problema mayor se presentó en Inglaterra debido a las restricciones sobre su exportación. Pese a ello, la última venta realizada en noviembre pasado en Londres registró un precio impactante: 155.000 libras esterlinas por uno de esos trofeos adjudicado a un comprador anónimo y cuyo destino final se ignora, ya que es sabido el interés de los compradores chinos por estos objetos que las dinastías Ming y Qing utilizaban como recipientes para beber y también en su aplicación en el mercado medicinal de los países asiáticos.
Esta situación de incertidumbre sobre el destino de estas piezas como obras de arte, su escasez y la dificultad de reponerlas en los mercados por el cuidado que merece esta especie animal por parte de los conservacionistas, nos recuerda las últimas ventas producidas en la Argentina de un par de estos cuernos, donde tal tipo de controversia no altera el humor de nadie. Dos de ellas fueron en la Casa Saráchaga: una en julio de 2009 donde se recaudaron u$s 2.750 por el cuerno de un rinoceronte negro de 60 cm. y la otra se produjo en noviembre de 2010, procedente de la colección Staud y de 67 cm. que mereció u$s 22.550.-
De todas maneras, en esta región del planeta es infrecuente ver cuernos auténticos de rinocerontes y para verlos en la cabeza de un animal vivo habrá que visitar el zoológico.