El arte en Japòn después de la catástrofe
Publicado el marzo 21, 2011
Escrito por weblatin
Acotada por la magnitud de los desastres naturales que han asolado el noreste de Japón, los daños materiales al sector cultural, han sido comparativamente mínimos. La Agencia de Asuntos Culturales anunció que habían sido afectados unos 30 bienes culturales. Como los hechos más graves pueden señalarse la destrucción total de una villa construída a principios del siglo XX por Okakura Tenshin (Importante filósofo y escritor nipón) y la Mediateca de Senday, que aunque todavía en pie ofrece serios peligros de estabilidad, ambos afectados principalmente por los efectos del tsunami. También el Art Tower de Mito, en esa ciudad, sufrió la caída de algunos de los tubos de su importante órgano y la del techo de su sala de exposiciones.
En cambio en Tokio, luego de los efectos del sismo, se comprobó que las principales instituciones como el Museo Nacional y el de Ciencias Naturales no sufrieron daños en sus colecciones o depósitos y archivos. En estos casos como en otras instalaciones ya han sido reabiertas al público aunque con horarios más restringidos a fin de contribuir al ahorro de energía eléctrica. Sin embrago numerosas actividades y exposiciones han sido suspendidas, entre ellas la feria de arte GISAI Nº15.
Trastienda desea expresar su solidaridad con el pueblo japonés y para ello nada mejor que reproducir unas poesías recibidas el día de hoy de la autoría de Edith Fariña Conti, prolífica y laureada escritora, que junto a su esposo el plástico Raúl Conti forjara una envidiable familia de artistas.
FUKUSHIMA -1
Cuando la Tierra removió profunda
su entraña milenaria
y el Mar escondió la siembra
apenas renacida,
fue el día del cielo ceniciento
y el suelo desolado.
Del agua prohibida al sediento.
Fue la nube liberada y sorda
dolida de presagios…
y la hora del hombre despertando
al caos y al abismo…
Acaso un niño cante sin saberlo
un himno de esperanza.
Marzo 17.2011
FUKUSHIMA -2
Cuando el viento emprendió su vuelo polvoriento
hizo de todo lo vivido un vallado.
Nadie osó mirar el horizonte
Porque todo fur sombra, fue cerrado.
Allí el sol cercano daba
su abrigo alucinado
todo era silencio, era entrega
del hombre perturbado.
Así fue la Tierra triturada
Y el Mar desconcertado.
Cuando todos recobren el sentido
del canto y la palabra
volverá el hogar edificado.
Marzo 18-2011