El Banco Nación abre por primera vez su colección
Publicado el diciembre 13, 2010
Escrito por Mario Gilardoni

En el despacho de Silvia Gallego, presidente de la Fundación Banco de la Nación Argentina, falta una enorme y extraordinaria pintura de Luis Seoane. La funcionaria señala con nostalgia el lugar de la boiserie donde hasta hace muy poco brillaba «Los Músicos», que Seoane pintó en 1968. «Esa pintura le daba una enorme claridad y luz a la oficina». Lo mismo pasa en decenas de oficinas de directivos del Banco Nación, que extrañan setenta obras de artistas argentinos. La sensación de falta se compensa con otra de orgullo: esas obras son parte de la Colección del banco, que desde el miércoles todo el mundo podrá ver expuesta en el Centro Cultural Borges en una muestra curada por Roxana Olivieri y Gabriel Miremont que lleva el título «Obras de la Colección Banco de la Nación Argentina».
Son obras que no se han visto nunca, que abarcan casi 200 años y que incluyen trabajos de Eduardo Sívori, Walter De Navazio, Fernando Fader, Lino Enea Spilimbergo, Horacio Butler, Raúl Russo, Ary Brizzi, Leopoldo Torres Agüero, Pablo Curatella Manes, Alicia Penalba, Juan Batlle Planas, Leónidas Gambartes, Ernesto Deira, Rómulo Maccio, Antonio Seguí, Josefina Robirosa, Jorge Macchi, Juan Andrés Videla y León Ferrari, entre otros.
«Siempre hubo cierto temor a sacar nuestras obras del Banco», explica Gallego en una charla con Trastiendaplus. Y cuenta como fue el proceso que desembocó en la exposición.
-El año pasado en la Comisión del Bicentenario el Banco decide aportar la iniciativa de esta muestra en el marco de los festejos del Bicentenario. Fue una decisión que se tomó en la gestión de Mercedes Marcó del Pont y que nosotros con la gestión del actual presidente, Juan Carlos Fábrega, hemos resuelto continuar. Ha sido un trabajo arduo, importante, en el que participó mucha gente, incluida la estructura administrativa del banco que atesora la colección, la cuida y la preserva como propia. Hay una situación de mucha identificación de la gente del Banco con la colección y ha sido difícil la decisión de sacarla y exhibirla, con todo lo que significa: temores, riesgos… la posibilidad de una manipulación inadecuada, accidentes, etc.
La Colección del Banco Nación tiene más de 400 obras. Para seleccionar los trabajos de la exposición fue necesario un trabajo de muchos meses de investigación y relevamiento a cargo de Roxana Olivieri. Cuenta Gallego:
-Llegar a la muestra demandó mucho trabajo, sobre todo de los curadores, Roxana Olivieri y Gabriel Miremont. Se hizo para esta muestra un trabajo de limpieza y restauración importante, reenmarcado…
-Había muchas obras que no estaban en condiciones?
-No, había algunas obras que estaban un poco sucias o con hollín, polvillo, etc. Hicimos una puesta a punto. Roxana hizo un estado de situación de la colección en total y hemos hecho una propuesta al Directorio de un trabajo más profundo, continuo, abarcando la totalidad de las obras, con un tiempo mínimo de 3 o 4 años. La marquetería se reseca, los barnices se oscurecen , las obras están expuestas al smog que también se filtra en el edificio… Todo esto lleva tiempo, dedicación y amor por la obra. Esto lo encaró la Fundación como un trabajo de colaboración con las áreas de arte del banco y acabamos de entregar un trabajo muy completo de registro y catalogación para que todas las áreas sepan lo que tienen y tomemos conciencia del valor de la colección.
-¿Hay una estimación del valor económico que tiene la colección?
-Sí, entre los trabajos que hicimos estuvo ése, pero no lo vamos a decir por una cuestión estratégica. Hicimos tasar la colección por el Banco Ciudad. Sólo diré que es un valor importante. Además, está la tasación internacional que exige el seguro.
-Esta ha sido una colección que se ha ido formando de manera un poco ecléctica, ¿verdad?
Interviene en la charla Roxana Olivieri:
-Sí, absolutamente. No ha habido una línea de compra. Se compraba en subastas lo que había en ese momento y lo que quien estaba en ese momento decidía o prefería, a veces asesorado por el Banco Ciudad. Además, como el banco no tiene una política de compra, hasta hace años muchos artistas que exponían en la galería del banco donaban una obra. En el año 2000 la Fundación estableció un premio bianual, con premios adquisición, una forma de incorporar obra de una manera genuina.
La apertura de la colección también producirá efectos dentro del Banco. Lo explica Silvia Gallego:
-Va a ser una sorpresa también para los empleados ver lo que tienen. Toda la colección está en el edificio de la Casa Central del Banco, de modo que la mayoría del personal no la conoce. Estamos comunicado a las 640 sucursales la apertura de la muestra para que todos la puedan visitar. Roxana va a ser visitas guiadas para los empleados del banco, para contarles como se formó la colección, qué clase de pintores tenemos. Desde la Fundación, con este trabajo, que fue concienzudo, quisimos entregar un aporte hacia el interior del Banco. Esta dificultad con la que nos encontramos, de cierta resistencia a abrir la colección, es al mismo tiempo la que ha permitido mantener intacto el patrimonio del banco. Este edificio y estos muebles de la Casa Central, que tienen 60 o 70 años -todo diseñado por Bustillo-, son considerados un patrimonio histórico importante para la institución y afortunadamente están impecables. Hubo un criterio de conservación y preservación que también incluye a las obras de la colección. Ahora tenemos la intención de hacer una muestra reducida itinerante por las capitales de las provincias. Pero tendremos que someterlo a la decisión del directorio.
En la entrevista, Gallego puso en el contexto más amplio de la misión de la Fundación la realización de la muestra:
-La Fundación es el brazo del Banco que debe ejecutar su responsabilidad social empresaria. Si bien es una organización independiente con su propio funcionamiento, es financiada por el banco. Nosotros debemos cumplir este rol de brazo ejecutor de la responsabilidad social empresaria que tiene por un lado la decisión de cumplir con la carta orgánica del banco, de su fomento a la pymes, el desarrollo de todas las regiones del país, y este otro concepto que es cómo vuelca parte de sus ganancias en una tarea de extensión que ayude a un mayor bienestar la población. Estamos intentándolo. Acercar este patrimonio cultural es un paso. Sistematizar su trabajo es otro.
Además de las actividades relacionadas con la pinacoteca del banco y la celebración del Bicentenario, la Fundación se planteó este año tres líneas de acción -acordes con las características del banco, que es una institución completamente federal y presente en todo el territorio del país- en coordinación con los ministerios de Educación y Salud, la Secretaría de Cultura y el Fondo Nacional de las Artes, para el equipamiento informático de dos escuelas por provincia; compra de incubadoras de transporte y equipos de monitoreo fetal para centros de salud en provincias y apoyo a programa de Orquestas Infantiles.
-Como fundación de un banco estatal, tenemos la obligación de reforzar políticas sociales que son prioritarias del Gobierno de la Nación. Reforzamos con recursos de esta Fundación políticas claras sobre temas prioritarios y de paso sistematizamos el esfuerzo. Por eso los ejes de nuestro trabajo son salud, educación, cultura.- concluye Gallego.