El show de los Beatles recaudó 425.000 dólares

Con la firmeza del que sabe lo que quiere -y lo que vale- el principal comprador de la noche, con su primera oferta, duplicó la base de 50.000 pesos para comenzar la puja por el lote estrella de la subasta: el bajo Conrad Hofner Style que utilizó y autografió Paul McCarney. La competición con varios interesados llevó el precio final hasta los 154.000 pesos (u$s 39.000). El adquirente, un importante coleccionista de la memorabilia de los Beatles y empresario vinculado a los deportes, inmediatamente después de concretar la compra y al igual que un padre apasionado, abrió su celular y exhibió la foto de un instrumento similar firmado por los cuatro Beatles, afirmando orgulloso «es la única que existe».
Este fanatismo es el factor común que une a gran parte de los coleccionistas, que no dudan en pelear hasta el límite de sus posibilidades por la propiedad de una pieza. Y también fue el hilo conductor que oportunamente llevó a Raúl Blisniuk a reunir la colección de la que el viernes pasado se dispersó una parte y sobre cuyo resultado se sintió muy satisfecho al conocer las cifras finales de la venta: 1.800.000 pesos.
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Si bien los precios alcanzados no fueron récords (sólo basta recordar que en junio pasado se vendió el original de la letra de «A day in the life» en Nueva York, de John Lennon por 1,2 millones de dólares) resultaron muy buenos por ser la primera experiencia de este tipo de subasta en nuestro país.
Aquí el mérito fue del Banco de la Ciudad, que supo enfrentar este desafío (que otros subastadores locales no se atrevieron) y donde todas las áreas de la Institución se movieron coordinadamente con un nivel de profesionalidad adecuado la responsabilidad de esta nueva experiencia. El interés despertado se reflejó en que por primera vez una subasta logro convocar a alrededor de 450 espectadores en las dos salas habilitadas por el Banco (la tradicional y una adicional en la planta baja) además de los 600 que lo siguieron por Internet a través del servicio de trastiendaplus.com que transmitió en forma directa ininterrumpidamente y en tiempo real durante las tres horas que duró la subasta. A esto debemos agregar los otros miles que lo hicieron parcialmente a través de casi todos los canales de noticias. Más allá del resultado económico, tal vez este nivel de promoción y de eficiencia fue el mayor rédito de la subasta.
Una palabra aparte merece el desempeño del martillero del Banco, Ricardo Vitaliti, premiado con aplausos no sólo por su simpático manejo de la puja sino también por el record de soportar sobre sus espaldas (y garganta) las tres horas continuas del remate.