En el Reino Unido se venden pertenencias de un compatriota pirata

Pocas oportunidades tienen los habitantes de las islas inglesas de adquirir efectos personales de un reconocido pirata. Se trata de algunos bienes que pertenecieron nada menos que al Capitán Kid. Lo interesante es que váyase a saber por qué conflicto de intereses, las autoridades británicas debieron ahorcarlo en Londres el 23 de mayo 1701 bajo los cargos de «piratería».
Algunos de los objetos que se pondrán en venta incluyen una Biblia encuadernada en cuero, un marco con la imagen del rey Jaime II y un pequeño espejo con marco de roble. Todos los objetos con las iniciales WK (William Kid) y la emblemática calavera con las tibias cruzadas. Todo con estimado entre 800 y 1200 libras.