Fotografía I. El Rabobank y la colección argentina más importante

 

Publicado el agosto 15, 2011

Escrito por Mario Gilardoni

Foto autor

Horacio Coppola 2Desde el jueves pasado se exhibe por primera vez la Colección Rabobank de Fotografía Argentina, que el banco holandés comenzó a formar hace poco más dos años. Son más de 180 obras de fotógrafos -autores contemporáneos, maestros consagrados y otros rescatados de un olvido tan injusto como habitual en la Argentina- del total de más de 200 que han reunido en esta colección sus curadores, Marjan Groothuis y Facundo de Zuviría, y que componen un panorama de la fotografía argentina. La colección se formó con dos criterios rectores: por un lado, privilegiar la fotografía directa y sin intervenciones ajenas al medio. Por el otro, que las obras sean representativas en alguna medida de aspectos de la realidad social y cultural de la Argentina.
Entre otros autores (en total son 49), hay en la colección fotografìas de Juan Di Sandro, Jorge Aguirre, Horacio Coppola, Cristina Fraire, Annemarie Heinrich, Adriana Lestido, Marcos López, Esteban Pastorino, Oscar Pintor, Humberto Rivas, Grete Stern, Juan Travnik, Gabriel Valansi, Dani Yako, Marcos Zimmermann y Facundo de Zuviría.
El recorrido por la muestra en el MAMBA se inicia con retratos de personajes importantes de la cultura. Entre ellos hay una joya, que es el retrato de Roberto Aizenberg, hecho por Humberto Rivas. Acompañan la fotografìa de Rivas otros retratos realizados por Sara Facio, Eduardo Comesaña, Alicia Dámico, Anatole Saderman, y Alejandro Kuropatwa.
En un panel vecino, Annemarie Heinrich y el mundo del espectáculo, como un retrato vintage de Mirtha Legrand, y otros de Pepe Cibrián y Olga Zubarry. La intenciòn al formar la colección fue conseguir fotografías de época. A veces se pudo, a veces no.
Mientras recorremos la muestra, charlamos con Jorge Correa, representante de Rabobank Internacional en la Argentina y con los curadores de la colección, Facundo de Zuviría y Marjan Groothuis, que trabajaron en la muy buena colgada en colaboración con Laura Buccellato, directora del MAMBA
-¿Cómo comienza a formarse la colección?
Adriana Lestido 2-Nosotros habíamos hecho algunas cosas en arte en Buenos Aires -explica Correa- y por amigos en común llegamos a sponsorear Buenos Aires Photo. Ahí me empecé a meter con el tema de la fotografía y fui conociendo gente, conocí a Facundo. Marjan ya había curado algunas muestras no de fotografìa sino de pintura que nosotros habíamos hecho. Marjan y Facundo me propusieron hacer una colección de diez autores: dos fotos de cada uno.
Veinte fotos -interviene De Zuviría-, con eso le hicimos morder el anzuelo.
-…Y acá están las 200 obras… -agrega sonriendo Correa-. Empezamos con alguna idea, a fin de año les regalamos a los principales clientes una foto de Facundo, otro año una foto de Daniel Muchiut… Después trabajamos con Jorge Mara en el libro «Los viajes», de Coppola. Con la galería de Mara ya teníamos una relación… Y bueno, la verdad es que nos fuimos metiendo.
schumacher-La verdad es que todo fue creciendo -dice De Zuviría-, porque inicialmente esto lo pensamos como una colección chica, primero la idea eran 20 fotos, después 20 fotos más, pero nos fuimos entusiasmando todos y una vez que empezaste la colección y pusiste estos diez, decís, bueno a estos cuatro habría que ponerlos también….
-Es muy difícil parar…
-Claro, y entonces decís «no deberíamos dejar fuera de la colección a tales otros y entonces sería bueno que incorporáramos a …» y ahí empezó a crecer… Y terminamos ocupando un lugar que estaba vacante. No hay una colección privada de fotografía como ésta. Hay coleccionistas privados, sí, pero no tienen algo de esta dimensión. Además, es una colección institucional privada que se hizo comprándoles fotos a todos los autores como una manera de apoyarlos.
-Acá no hay mangazos… -aclara Correa, contundente-. Siempre en BAPhoto compramos algún autor… Por ejemplo Makarius, la primera foto de BAPhoto que se vendió la compró el banco… Compramos creo que tres fotos de Makarius.
Correa prefiere no hablar de valores de cada una de las fotos, pero sí revela el valor promedio que se pagó por cada pieza de la colección: 1.700 dólares, lo que da una idea de la importante inversión que hizo el banco holandés en el proyecto.
Retoma Facundo de Zuviría: «Yo estoy muy orgulloso del trabajo que hicimos, creo que es la colección más importante que hay en el país porque permite ver una evolución de la fotografía desde 1920 hasta ahora, con un sentido que es el de los fotógrafos que privilegian la mirada. Estamos coleccionando fotógrafos que hacen la operación de la fotografía clásica: mirar la realidad, recortarla y transformarla en una imagen. .
-Esa fue una decisión desde el principio…
-Sí -responde Correa-, hay autores que tienen otra idea de la fotografía, que hacen otra cosa, y sin juzgar su valor -que hay muchos que me parecen extraordinarios-, no estamos metidos en esa línea. Estamos en algo que tiene que ver realmente con la mirada de los autores.
Otra característica saliente de la colección es la de haber rescatado a extraordinarios fotógrafos, pio0neros de la modernidad, que por una u otra razón fueron en mayor o menor medida olvidados. El caso paradigmático es el de Ricardo Sansó, un fotógrafo del que hoy poco y nada se sabe y del que se exhiben en el MAMBA tres extraordinarias piezas. Otros dos casos son Walter Roil, de quien se exhiben excelentes paisajes patagónicos, y Werner Schumacher.
La iniciativa se acompañará con la edición de un libro bilingüe de gran formato, con todas las fotografías de la colección (unas veinte más que las de la muestra) y textos críticos sobre los artistas.
El deseo del banco para la colección en el futuro inmediato es que itinere para ser exhibida en los museos más importantes del interior argentino, como el de Bellas Artes de Neuquén, el Caraffa de Córdoba, el Galisteo de Santa Fe, el Centro Cultural del Bicentenario de Santiago del Estero, y el de Arte Contemporáneo de Salta.
«Es que muchos de estos autores son conocidos para el que está metido en la fotografía pero no para mucha gente… Es darle a la gente la oportunidad de que vea obra que a veces no está ni en Internet», dice Correa con entusiasmo.