Historia de un Monet que nunca será un Monet
Publicado el junio 20, 2011
Escrito por Mario Gilardoni

«Monet means money» (Monet significa dinero), dijo anoche, jugando con las palabras, la periodista Fiona Bruce en su programa de la BBC sobre arte, «Fake or Fortune». Se refería al caso de una pintura del río Sena cuyo dueño, David Joel, de 82 años, está tratando de demostrar desde hace dos décadas, que es un Monet auténtico. Joel compró la pintura 18 años atrás en una sala de arte de la ciudad de Norwich por 65.000 dólares. Si se confirmara que su autor es Monet, valdría no menos de 800.000.
Fiona Bruce y Phillip Mould (foto) experto en arte y co-equiper de la periodista en el programa, presentaron evidencia aparentemente abrumadora de que la obra es del autor impresionista francés. Pero ninguna prueba servirá de nada si no consiguen convencer a la familia Wildenstein, coleccionistas multimillonarios, marchands y académicos. Los Wildenstein y su instituto han dictaminado no una sino varias veces que la pintura es falsa. Y su prestigio y poder en lo que se refiere a Monet es tal que, sin su visto bueno, ninguna pintura le es atribuible. Desde principios del siglo XX, los Wildenstein han sido considerados una de las principales autoridades mundiales en pintura, especialmente en impresionismo, y resuelven todos los debates sobre Monet. Su palabra es santa y no hay derecho a apelar.
Pero en este caso parece que están equivocados y que todo se reduce a una cuestión de orgullo familiar. En el programa de la BBC se presentaron evidencias científicas (como un examen hecho con una cámara de 240 millones de pixels) históricas y documentales muy fuertes de que «Bord de la Seine à Argenteuil» fue pintado efectivamente por Monet. La pintura fue rechazada por primera vez por el fundador del Instituto Wildenstein. Y aunque hoy todo parece indicar que ese juicio fue errado, nadie de la familia está dispuesto a admitirlo. Hace unos años, cuando se le presentó nuevamente la pintura para su examen, el hijo del fundador, Guy, dijo que no estaba dispuesto a contradecir el dictamen de su padre y volvió a rechazar el cuadro. Y ahora tampoco pudo convencerlo el programa de la BBC. Parece que en este caso, y para tristeza de David Joel, «Monet doesn’t mean money».