La mirada de los políticos
Publicado el abril 4, 2011
Escrito por Mario Gilardoni

Cuando a mediados de marzo fueron puestos a la venta en Londres un par de anteojos que habían pertenecido a Sir Winston Churchill (por los que se solicitaban entre 200 y 300 libras esterlinas) era difícil imaginar cal sería su precio final. Habían sido fabricados por la óptica londinense Dixey And Son y en su estuche figuraba la siguiente inscripción firmada por su director. «Estos anteojos de carey fueron hechos en 1954 para el honorable Sir Winston Leonard Spencer Churchill». El político los usaba para leer sus discursos en el Parlamento y seguramente se habría asombrado al verificar que un compatriota suyo se animó a pagar el precio final: 10.925 libras esterlinas.
Esta venta nos recuerda como se atesoran los objetos personales de algunos políticos notables, como fue el caso de los binoculares del presidente norteamericano Abraham Lincoln, que salieron a la venta en Christies de New York en marzo de 2002. Claro que esta pieza tenía una leyenda singular, no sólo por haber pertenecido a un político tan importante para la historia de su país, sino porque el prócer los había usado en abril de 1845, la noche en que fue asesinado cuando estaba presenciando una función de teatro. Entonces los binoculares cayeron de sus manos y fueron recogidos por el capitán de su guardia. En el remate se solicitaron 40.000 dólares pero un coleccionista mantuvo su interés hasta llegar a los 444.000 dólares para conservar una pieza con una historia trágica pero real.