La moda en las tarimas, vestido de Monroe y patrimonio de Yves Sain Laurent

Los testigos de la venta de la colección de vestidos reunidos durante 50 años por la multifacética actriz Debbie Reynolds señalaron el hecho que en el momento de caer el martillo decretando la venta del famoso vestido volador de Marilin Moroe en «La comezón del séptimo año», varias lagrimas cayeron de los ojos de la Reynolds. Lo que nadie puede asegurar si fue por la nostalgia de la pérdida de tan famosa prenda, la duración de la puja de 20 minutos o el hecho que de la base de 2 millones se vendiera en 4,6 millones que con la comisión se transforman en 5,6 millones que deberá oblar el desconocido comprador.
Para los memoriosos, es bueno recordar la venta del vestido que la Monroe vistió en el famoso cumpleaños de John F. Kennedy cuando le cantara el Happy Birthay, que fuera exhibido en Buenos Aires en 1999 y vendido por Christie´s en 1,26 millones.
Otro vestido de la diva alcanzaó en el remate del sábado 1,2 millones (de una base de 300.000) por el rojo con lentejuelas que lució en «Los caballeros las prefieren rubias».
El vestidito azul de algodón y las zapatillas que Judy Garland usara en «El mago de Hoz» redondearon 1,75 millones.
Aunque no se tienen los resultados finales de la venta de la segunda parte de los bienes de Yves Saint Laurent y su amigo Pierre Bergé, en los primeros dos días de subasta ya se recaudaron 4 millos de los 3 a 4 estimados en los cuatro días de remate. En la primera parte de la subasta, con las piezas más importantes se reunieron 560 millones