Ladrón o héroe nacional, Vincenso Peruggia que robó la Gioconda

 

Publicado el octubre 17, 2022

Escrito por Mario Gilardoni

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El sábado fue el aniversario del nacimiento y la muerte del pintor italiano (nació el 8 de octubre de 1881 y murió el 8 de octubre de 1925) que cometió quizás el mayor error de repatriación de arte en la historia.
Vincenzo Peruggia, el hombre que robó la Mona Lisa de Francia y la devolvió a Italia lo que popularmente le valió el título de “héroe nacional”. Un medio nacional lo bautizó como “El Don Quijote de Italia”
Aunque estaba equivocado como historiador y árbitro de procedencia, la pintura había sido comprado clara y limpiamente por el rey de Francia, el país al que finalmente fue devuelto: vale la pena recordar la travesura de Peruggia en un momento en que la repatriación sigue siendo un campo de batalla turbio.
Siendo empleado del Louvre no le resultó difícil descolgar el cuadro, quitarle el marco, esconder la obra (una tabla de álamo de 30×21 pulgadas) entre sus ropas y salir caminando lo más campante. En el museo tardaron todo un día en darse cuenta del robo ya que su ausencia se la atribuyeron a que se estaba fotografiando.

La policía francesa interrogó hasta Pablo Picasso y a Gillaume Apollinaire. vinculándolos con el robo. Apollinaire pasó varios días en la cárcel por este motivo.

Todo debido a que Picasso había utilizado como modelo unas estatuillas robadas al Louvre para pintar «Demoiselles d’Avignon».

Con la Mona Lisa en un doble fondo de un baúl, viajó a Italia donde la mantuvo oculta bajo la cama durante casi 3 años.

Mediante un intermediario intentó vendérselo a la Galería degli Uffizi interviniendo inmediatamente la policia.

Fue juzgado y condenado a un año y quince días de prisión, que posteriormente redujeron a siete meses y nueve días.

Peruggia en todo momento manifestó que el robo lo había hecho con un sentido nacionalista para restituir la pintura que según él había sido robada por Napoleón, aunque el mismo Da Vinci e la regaló al rey Francisco I cuando este lo llamó para que fuera pintor de su corte.

Según declaró el museo nunca hubo tanta gente interesada en ver el lugar que ocupaba la pintura en la pared. Mucho más que cuando estaba la mona Lisa en exhibición.

En ese momento la obra se valuó en 5 millones de dólares de 1911, pre-Guerra Mundial y pre-Depresión, hoy los diarios habrían publicado 138 millones de dólares. Pero seguramente tampoco esta cifra se correspondería con el incalculable valor de la pintura más famosa del mundo.