Londres: Félix Vallotton en la Royal Academy

 

Publicado el septiembre 8, 2019

Escrito por Adrian Gualdoni Basualdo

Foto autor

Hasta finales de septiembre podemos apreciar en las espaciosas salas de The Sacker Wing of Galleries de la Royal Academy, en su sede de Burlington House en la zona de Mayfair, la estupenda muestra dedicada al pintor y grabador suizo Felix Vallotton (1865-1925).

Bajo el título “Vallotton, el pintor del desasosiego”, se exhiben unas 80 pinturas y grabados que el artista realizó en su larga permanencia en París, ciudad de cuya Belle Epoque no sólo fue privilegiado testigo, sino en la que asumió un activo rol protagónico.

Vinculado al grupo Nabis y a sus inspiradores Bonnard y Vuillard, Vallotton captó el ritmo frenético de la capital francesa en grabados que difundió La Revue Blanche, y que reconocían cierta inspiración en la obra gráfica de artistas japoneses.

Con el decisivo aporte del Metropolitan Museum de Nueva York, donde esta muestra se exhibirá a partir de octubre, y la Fundación Vallotton de Lausana, la muestra que presenta la Royal Academy of Arts incluye pinturas como “Bañistas en un atardecer de verano” (1892-propiedad de la Fundación Keller, de Zürich) y “La visita” (1897) , que ilustra estas líneas.

También la épica trágica de la Primera Guerra Mundial movilizó los afanes de Vallotton, que impedido de enrolarse por tener casi cincuenta años, reflejó en xilografías reunidas en una carpeta que tituló “Cést la guerre..!” toda la crudeza de las trincheras, las alambradas y ciertos episodios que lo conmovieron.

A la hora de la pausa reparadora, la oferta de la RA es tan amplia como variada y refleja el particular momento por el que pasa la gastronomía británica, abierta como nunca a las influencias de otras culturas. Sin entrar en exotismos, entre los siete espacios disponibles (alguno exclusivo para académicos) optamos por el “Senate Room” que ya desde su decoración muestra el espíritu italianizante que signa sus propuestas. Estando en Londres, sugerimos detenernos en la hora del te vespertino, que no necesariamente deberá ser “a las cinco en punto de la tarde”. Una taza de te Ceylon Orange-Pekoe, acompañado por scones con crema de limones de Amalfi, o por un trozo de tarta de naranja y polenta, será una acertada elección a la que podremos poner el soberbio broche de una copa de Prosecco di Conegliaro.