Mariano Pagés en Galería Azur

 

Publicado el marzo 24, 2019

Escrito por Sonia Decker

Foto autor

Mariano Pagés nació en la provincia de San Juan en 1922 y falleció en Buenos Aires en 2009. Nieto de catalanes, franceses y criollos, su vida transcurrió entre viñedos cuyanos y distintas ciudades del mundo.

Su vocación por la escultura se despertó en él desde muy temprano, y obtuvo su diploma de profesor en la Academia Provincial de Bellas Artes de Mendoza, completando sus estudios en la Escuela Manuel Belgrano y en la Universidad de Cuyo.

Desde 1954 residirá en Buenos Aires donde instala su taller en el barrio de Belgrano. Allí trabaja sus bellas piezas en una amplia gama de materiales: granito, piedra arenisca, mármol, cerámica, bronce y maderas como el ébano y el olivo.

La figura femenina fue el tema fundamental de su obra. Trabajó tanto con esculturas  pequeñas como realizó monumentos públicos de relevancia, entre ellos el bronce de Carlos Gardel en el barrio porteño del Abasto o la estatua del cacique Guaymallén, situada en la ciudad del mismo nombre en la provincia de Mendoza.

A lo largo de su vida recibió numerosos galardones, entre ellos el Gran Premio de Honor Presidencia de la Nación en el Salón Nacional de 1962.

La mujer y la maternidad fueron sus temas favoritos, que supo reflejar en los distintos materiales con los que trabajó, especialmente la cerámica y la talla directa.

En la Galería Azur, en su nueva sede de la calle Arroyo 981, el jueves 28 de marzo se subastará una bella escultura de una madre sosteniendo en brazos a su hijo, realizada en cerámica, cuyas importantes medidas de 110×40 cm, nos ponen en presencia de una obra singular. La pieza, esmaltada en blanco, impacta por la serena actitud de la madre respecto de la intranquilidad propia del niño, ambas gestualidades captadas con maestría por el autor. Los volúmenes, que se perciben intensos, resaltan la belleza de ambos personajes, sin estridencias y con absoluta naturalidad. En este caso, Pagés no utiliza la policromía, sino que a partir de un blanco que nos recuerda por momentos a Lucca Della Robbia, crea una escena de gran ternura y serenidad.

Existe en Pagés una suerte de impulso vital que aparece en todas sus obras. Podríamos aseverar que son clásicas a pesar de su nueva concepción en el tratamiento de la figura. Sintetiza, pero sabe mostrar lo esencial, gracias al excelente dominio que tiene sobre los materiales, especialmente la cerámica que otorga a las esculturas una calidez inusual, y le permite, sin duda, trabajar con gran libertad y soltura hasta en los detalles más insignificantes.

La obra saldrá a remate con 2500 dólares de base, lo que permitirá intentar su compra a los coleccionistas y compradores que saben apreciar la escultura.