Nuevamente el “droit de suite” moviliza a los “lobbystas” del Capitolio
Publicado el agosto 8, 2011
Escrito por weblatin
Periódicamente aparecen en el Congreso de Estados Unidos, proyectos de ley que intentan impulsar el mecanismo conocido como el droit de suite, término acuñado por los franceses que establece la participación de los artistas y sus descendientes en el precio de reventa de una obra en el mercado secundario..
Este mecanismo que existe en casi todos los países europeos, a excepción de Inglaterra que viene gambeteando su aplicación desde hace años, pero que finalmente deberá rendirse el año que viene frente a la presión del resto de la CE.
En esta oportunidad, uno de los impulsores es Bruce Lehman ex comisionado de la oficina de patentes y marcas y que ha intervenido en la redacción de varios proyectos que han fracasado en 1976 (patrocinada por el senador Ted Kennedy) y en 1998. En esta oportunidad el proyecto ha cedido parte de sus objetivos al excluir a las galerías de arte de este régimen, apuntando exclusivamente a las casas de subastas.
Son muchos lo argumentos a favor y en contra de establecer una «sociedad» entre el artista y el comprador de obras de modo tal que el creador o sus herederos coparticipen cada vez que se venda la obra. Lo que la ley no regula son los casos en que los artistas o familiares no coparticipan cuando el valor en lugar de crecer diminuye. También se puede inferir por analogía, que los arquitectos que diseñan un edificio reciban un porcentaje de la venta de, por ejemplo, un departamento.
Otro elemento importante, y es el que más esgrimen los ingleses, es la volatilidad de los mercado que tienen o no este tipo de «impuesto» ya que -como lo ha comprobado duramente París- las obras se ofrecen en donde no existen estos sobreprecios. El otro temor es que los coleccionistas empiecen a exigir a las galerías una disminución en los precios de venta que los compense en el caso de necesidad de vender la obra.
Como es conocido, la labor de las cámaras del Congreso Norteamericano (y de la mayoría de los Congresos), dependen en gran parte de los factores de poder representados por los lobbys que desatan verdaderas batallas campales por defender los intereses que representan.
Como consideración final, las obras se desplazan hacia los mercados donde no rigen estas leyes. En caso de capitular Estados Unidos, el único mercado importante que ofrecería estas ventajas es el asiático, especialmente Hong Kong, que no aplica impuestos a la comercialización.