Paren con China, también el arte islámico

 

Publicado el abril 25, 2011

Escrito por Mario Gilardoni

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dinarSi la economía crece y ello contribuye a que algunas naciones pasen a integrar el limitado círculo de «países ricos», simultáneamente crecen otras actividades que comienzan a expandir la potencialidad muchas veces postergada por las necesidades imperiosas que plantea la pobreza o falta de recursos para estimular el desarrollo humano.
Ello se hace evidente en la información que en la actualidad está circulando con relación al arte asiático -especialmente el de China- no sólo con los altos precios obtenidos por sus artistas en los principales remates de New York, Londres, Hong Kong y París, sino además en las galerías de arte de las más importantes ciudades del mundo.
También las ferias están cediendo lugar a la obra de los creadores asiáticos y una prueba cabal de ese cambio ha quedado en evidencia con el anuncio de que «Asian Art in London», la exposición que durante sus 14 años de existencia ha sido un espacio limitado sólo a dealers y rematadores locales y a muy pocos más allá de sus fronteras, ahora está abriendo sus puertas e invitando a participar a comerciantes internacionales que aporten renovación e ideas frescas a la muestra que está previsto inaugurar a principios de noviembre en la capital inglesa.
Arte islámico
Por su parte, el arte islámico se ha sumado a esta creciente demanda proveniente de las monedas fuertes y la producción de petróleo. Tal es el caso de los precios alcanzados en las subastas de Sotheby´s, Christie´s y Bonhams de Londres durante el corriente mes de abril, que ya suman 43 millones de libras esterlinas.
Por ejemplo, un manuscrito iluminado persa del S.XVI fue disputado en Sotheby´s por 7 oferentes hasta que el martillo cayó en 6,6 millones de libras y un dibujo del emperador indio Jahangir sentado, c.1620 realizado por el artista Balchand, obtuvo 1,25 millones.
Pero la frutilla del postre de este banquete parece haber sido el precio alcanzado por un «dinar», una rara moneda de oro de origen islámico que llegó al récord de 3,1 millones de libras esterlinas, considerado el segundo lugar en cuanto a cotización después de los u$s 7,5 millones pagados por un águila norteamericana de oro de 1933 que Sotheby´s vendió en el año 2002. Que buen final para uno de los cuentos de Sherezade en las «Mil y una noches» cuando el sultán entregaba una bolsa de dinares de oro en retribución a alguna buena acción y que el pobre que la recibía encontrara alguna de estas piezas