Por fin un juez dificulta la venta de obras falsas
Publicado el octubre 18, 2010
Escrito por weblatin
Recordamos hace uno pocos años presenciar un juicio oral donde un particular demandó a otro por la venta de dos dibujos del maestro Lino Enea Spilimbergo, que fueron debidamente acreditados en la audiencia como falsificaciones.
Luego de las opiniones de los peritos, las declaraciones de los testigos y del testimonio del acusado en el que reconoció sus estudios en las escuelas de bellas artes (donde curiosamente nunca le enseñaron la obra del artista, aunque reconoció que mucha gente le comentaba que sus dibujos se parecían mucho a Spilimbergo) pero que desconocía la condición de falsas de las obras al momento de la venta, los jueces se retiraron a deliberar.
A su retorno decidieron que se trataba de falsificaciones y ordenaron que se indicara en el dorso esa condición. Pese a ello declararon la inocencia del acusado por no haberse probado «la mala fe» del vendedor al momento de la operación, condenando al comprador a hacerse cargo de las costas del juicio.
Esta interpretación de la ley es un camino libre para amparar a los ejecutores de ilícitos, que como en este caso, provocó el estupor para aquellos que siguieron todo el proceso (que en total duró seis horas)
Esta misma situación se ha planteado con referencia a una obra de Antonio Berni, vendida a un comprador extranjero. En esta ocasión a la argumentación de desconocimiento de que se estaba vendiendo una obra apócrifa se agregó la manifestación de que el comprador sabía que estaba comprando una pieza dudosa.
Tal argumento le sirvió al acusado para ser sobreseído en dos instancias. Pero toda esta situación no pasó desapercibida a la Cámara de Casación que revocó el sobreseimiento, especialmente porque nadie realiza una inversión tan importante de una obra sobre que pesan dudas sobre su autenticidad.
A raíz de esta interpretación se ha iniciado el procesamiento criminal del acusado, esperándose ahora el resultado del debate y el fallo correspondiente