Por suerte de una nos salvamos

 

Publicado el enero 10, 2011

Escrito por weblatin

xxxxxtrafalgarSolo de casualidad, por vivir en un país de clima templado (aunque cada vez lo sentimos más tropical), no tenemos los problemas que conspiran contra la conservación de las pinturas en los países que sufren crudos inviernos con nieve y hielo.
Los expertos acaban de descubrir que la sal y arena que arrastran en su calzado los visitantes a galerías y museos provocan una reacción química que producen un daño permanente en valiosas pinturas. Esta combinación de materiales es producto de su utilización en la calles para contrarestar los efectos de la nieve y el hielo y facilitar su descongelamiento.
Esto ya se ha comprobado por el ennegrecimiento de algunas porciones de obras de Ticiano, Cézanne, Miguel Angel y Monet en la National Gallery de Londres. Por ello, el Council de Westminster está proveyendo una arena libre de cloro, formiato de sodio (que vale 50 libras, 10 veces más que la sal común) para ser dispersado en las calles alrededor de los museos y galerías, incluyendo Trafalgar Square.
Esta reacción química afecta especialmente a los pigmentos tradicionales que contienen rojo bermellón, de uso generalizado por los old masters.