Se rematan 100 bancos
Publicado el mayo 16, 2011
Escrito por Mario Gilardoni

Una inusual oferta aparece en estos días en las tarimas de remate. A no alarmarse, ya que está dirigida a los amantes de la vida al aire libre y en contacto con la naturaleza. Además, el conjunto de piezas obligan a no olvidar los momentos que ellas representaron en las distintas etapas de la vida de quienes gozaron de los jardines, los parques y hasta de las modestas plazas de barrio.
En esta oportunidad, se trata de «El renacer de los jardines», la propuesta de la firma Summer Place Auctions, quien conjuntamente con Sotheby´s ha programado para el miércoles 24 de mayo un remate en la localidad de Billinghurst, Inglaterra, consistente en casi 700 ítems compuestos por esculturas de los siglos XVII y XVIII y contemporáneas de mármol, piedra, bronce, acero de origen italiano y francés, cuyos precios van desde apenas 100 libras esterlinas a las 150.000.
Lo notable de la oferta es la gran cantidad de bancos de jardín o de exterior, algunos de ellos con largas historias debido a su antigüedad o por haber pertenecido a conocidos coleccionistas europeos que los tenían instalados en sus castillos. Entre ellos figuran, entre otras, dos piezas compradas para William Randolph Hearst, el magnate de los periódicos, a través de su agente en Inglaterra, que adquirió una fuente medieval y una pieza veneciana en piedra para su castillo en Gales.
Por un banco curvo de piedra, de origen italiano del S.XIX se solicitan 10.000 libras, en tanto que por otro realizado en Francia habrá que partir de 3.000. Los asientos labrados y decorados con inspiración y delicadeza, capaces de embellecer cualquier jardín, algunos construídos c.1870 y patentados en esos años, tienen precios de 8.000 y 5.000 libras esterlinas, en tanto que los de diseño gótico podrán tener nuevo dueño por 500/800 libras. Los bancos modernos, por su parte, no se quedan atrás en cuanto a cotizaciones: algunos parten de 10.000.
Entre las curiosidades para ser instaladas al aire libre aparece una pieza denominada «Homenaje a Matisse», cuyo autor pide 20.000 libras para poder admirarla en el ambiente privado de un primoroso jardín inglés.