Setenta obras de la colección de Mauricio Neuman, en la UCA

 

Publicado el agosto 8, 2011

Escrito por Mario Gilardoni

Foto autor

UCA -De la VegaLa muestra «Figuraciones, Abstracciones, Informalismos y Neofiguraciones», que se inaugurò hace dìas en el Pabellón de las Bellas Artes de la UCA es una excelente oportunidad para ver obras hasta ahora escasamente de la colección de Mauricio Neuman, uno de los más importantes patrimonios de arte argentino de la segunda mitad del siglo XX.

Son más de 70 trabajos de 30 artistas, entre ellos, muchas de las figuras más significativas de la pintura argentina desde fines de los 50 a los años 80, como Julio Le Parc, Ernesto Deira, Carlos Gorriarena, Rómulo Macció, Alberto Greco (en la foto, un óleo sin tìtulo de 1967), Jorge De la Vega, Antonio Seguí, Alejandro Puente y Luis Felipe Noé. Se trata de un conjunto de obras de artistas que representaron la respuesta local a los movimientos estéticos generados por la Segunda Guerra Mundial en los centros artísticos internacionales más influyentes: el arte informal europeo y el expresionismo abstracto norteamericano.

Explica Cecilia Cavanagh, curadora de la muestra y directora del Pabellón, «en ese marco, a fines de los años 50, se presentaba la primera muestra de informalistas argentinos en la Galería Van Riel (Buenos Aires), con obras de Barilari, Greco, Kemble, López, Maza, Puciarelli, Torras y Wells. La galería Lirolay organizó en 1960, la muestra «Nueva Generación» que incluía a catorce pintores, y «Arte Destructivo», con la participación de Barilari, Kemble, López Anaya, Roiger, Seguí, Torras y Wells».

«En 1961 -sigue la curadora-, se presentó en la galería Peuser (Buenos Aires), bajo el título de «Otra Figuración», un grupo de pintores entre quienes se hallaban Rómulo Macció, Luis Felipe Noé, Ernesto Deira y Jorge de la Vega. Formados como grupo al año siguiente, declararon: ‘…somos sólo un conjunto de pintores que siente la necesidad de incorporar la libertad de la figura… Lo fundamental en nuestra coincidencia es la convicción de que el único modo de aventurarse en el arte, es aventurarse en el hombre. (…) Las obras fueron realizadas con criterio dramático, irónico, sarcástico o burlón, y no evadían temas de la realidad político social de aquellos años. La crítica las denominó Neofiguración».