Velázquez contra viento y marea

 

Publicado el octubre 4, 2010

Escrito por weblatin

santarufinavelazquezNo es común en nuestro país hablar sobre el tema de expertización de obras de arte a nivel académico. En general esa función recae sobre los mismos operadores que en muchos casos no pueden sustraerse a ciertos conflictos ético-económicos.
Por ello conversar con el doctor Matías Díaz Padrón, especialista español con todos los títulos académicos y distinciones que lo acreditan como uno de los especialistas más reconocidos mundialmente en pintura holandesa y flamenca del siglo XVII (entre otras especialidades y funciones), es ingresar en un área donde prevalecen los conceptos científicos por encima de lo empírico y las sensaciones.
Matías Díaz PadrónUn personaje singular, ya que convocado para exponer sobre la obra de Velázquez, no se privó de incursionar en conceptos como que -a excepción de él- los artistas españoles no supieron pintar el desnudo femenino, condicionados en gran parte por los prejuicios introducidos por una educación que rechazaba la visión del cuerpo de la mujer.
Por ello, además del eje central de su interesante exposición: la influencia de los grabados holandeses sobre la estructura de la obra de Velázquez, permitió descubrir en él al personaje que contra la opinión del establishment académico y de operadores del mercado, sostuvo en dos oportunidades la originalidad de dos obras de la magnitud de «La Rufina» y «La Inmaculada» de gran valor económico.
Como ejemplo, en el primer caso, el óleo sobre la Santa Rufina, en una época atribuida a Murillo, cambió de manos en varias oportunidades (incluso con un pasaje por la Argentina). Al salir a la venta en 1999 en Christie’s como atribuida con una base muy reducida, Díaz Padrón recomendó a las autoridades españolas su adquisición, lo que no fue concretado dada la discrepancia de muchos de especialistas. Fue vendida en 6,6 millones de euros. En 2007 hace su reaparición en el mercado, esta vez de la mano de Sotheby’s y con una base más acorde con un Velázquez original 9 a 12 millones. La nueva recomendación del especialista fue acogida por una fundación que invirtió los 12 millones de lInmaculadaa estimación más alta para llevarla a Sevilla. Casi el mismo caso se repitió con La Inmaculada. Ambas obras hoy acogidas como indubitables originales de Velázquez. La pintura del siglo XVII le debe al estudioso la recatalogación de otras cincuenta obras.
Lo interesante del caso son algunos conceptos del experto. «En el ámbito académico existen los mismos celos y preconceptos que en el sector comercial. En mi caso no recibí el reconocimiento de mis aciertos, sólo el silencio, lo que por sí mismo es elocuente y recuerda aquello del que calla, otorga».
«Lo que lamento de mi actividad es el no poder disfrutar de las obras como lo hacen el resto de los mortales. Siempre prevalece una aproximación analítica, científica, que nos limita el disfrute».
Dìaz Padròn escucha del cronista el relato de un suceso ocurrido en nuestro país en ocasión de la subasta en 1989 de una excelente pintura de Sorolla, «Dos gitanas», que tanto el subastador como varios interesados trataron de obtener de un familiar directo del artista el correspondiente certificado, con resultado negativo a pesar de que éste no rechazara su autoría. La venta se produjo en 185.000 dòlares y recayó en un conocido comprador español, que a las pocas semanas ya obtuvo la certificación firmada por el mismo familiar.
Ante la anécdota Díaz Padrón dio por respuesta una ibérica carcajada y la acotación «Yo por ello no hago certificaciones».